sábado, 14 de julio de 2012

72.Yusuf

"Yusufcuk" como solíamos llamarle a veces a nuestro amigo, el ahora ingeniero, Konya, Turquía 2012






























La risa de Yusuf tiene algo de atracción ferial...En su decibélica cúspide la carcajada se desliza aceleradamente hacia el vacío, convirtiéndose en un profundo lamento  que cuando está a punto de estrellarse y hacerse añicos contra el suelo, se vuelve a elevar, como una nube de libélulas cristalinas que van rociando un gas hilarante por toda la habitación, transformando a sus demás ocupantes en un jovial coro y a Yusuf en el tenor de una jocosa opera.

De cuantos ocupamos aquella habitación era el único que no era de letras. Una tradición familiar lo llevó por caminos distantes a los nuestros, a desentrañar las misteriosas formulas que se esconden detrás de la producción de los cereales, los embutidos, la leche y los productos lácteos entre otros. Batirse en las arenas de la ingeniería de alimentos en uno de los únicos países del mundo cuya producción agrícola le hace autosuficiente, debe tener su recompensa y sus particulares desafíos también. El menor de los cuales no debe haber sido compartir su espacio vital con tres chiflados que trataban de entender los enfoques críticos de D.H. Lawrence o como un autor despedazaba despiadadamente el ritmo de un famoso poema de Poe, al tiempo que ensalzaba los aciertos musicales de Browning o de Dryden, o evocaba por otro lado los caústicos comentarios de Shelley en lo concerniente a la imaginación del venerado Wordsworth.

En Turquía, cuando un chico quiere expresarle su amor y su fidelidad a su amada, este le ofrece un "yusufcuk*" que aquella decidirá colgarse al cuello, o no, como señal de aceptación. Fue Yusuf quien me explicó esta y tantas cosas más, como por ejemplo el antídoto que la lactosa puede significar para quienes padecen de insomnio o los devastadores efectos de la carencia prolongada de proteínas en el organismo humano y los nombres de los síndromes asociados a la misma, o la forma de llegar a cierto local comercial de la avenida Rauf Denktaş en el centro de Konya desde nuestro campus de Bosna.

Yusuf vino de Eskişehir aunque ahora su familia vive en Afyon. No sería una exageración decir que con su carácter, su risa, su jovialidad, nos endulzó la vida a todos, tanto o más que el célebre "Turkish Delight". Sé que nos une un respeto y un cariño mutuo, y además, como suele suceder en estos casos, una afición,- ¿O debería decir adicción? -, a una canción...Mientras recuerde el sónido de la risa de Yusuf o en su defecto, pueda tararear las primeras notas de aquella melodía, seré capaz de reírme de repente, sin razón aparente enmedio del acto más solemne o en la más anodina de mis circunstancias. Lo cual sin duda alguna entraña ciertos peligros...

*"Yusufcuk" (pronunciado "Yusufyuk") que literalmente viene a significar "Joselito", "Josefín" o "Josecito" es como se denomina a la libélula en turco. Los pequeños dijes que como me explicó Yusuf se suelen ofrecer tienen la forma de este insecto odonato.



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