viernes, 16 de marzo de 2012

36.Amasya

Amasya, Turquía
Febrero 2012
  




























Tan sólo 15 minutos después de que el autobús saliera de la otogar de Samsun, comenzó a nevar fuertemente sobre la carretera. El primer recuerdo que atesoraré de Amasya es el de unos enormes e imponentes peñones envueltos en la niebla vespertina, dominando un barrio de  blancas casas otomanas y el río deslizándose a sus pies. 


Mausoleos de los reyes del Ponto y casas otomanas
Amasya, Turquía
Febrero 2012
























Amasya fue la capital del reino del Ponto entre los siglos IV y II antes de nuestra era. Cuando los romanos le dieron la estocada final al reino de Mitrídates VI Eupator en el año -63, Sinope, a orillas del Mar Negro, era la capital, mas Pompeyo ordenó que el cuerpo de su enemigo fuese enterrado en Amasya con sus antepasados.


Río Yeşilırmak, Amasya, Turquía
Febrero 2012






















Cuentan que de joven Mitrídates, cuyo padre había sido envenenado, probó todos los venenos en dosis que le permitiesen adquirir inmunidad ante los mismos. De su boca brotaron discursos en los más de veinte idiomas que se hablaban en su reino. Arrinconado por las tropas romanas, el veneno, que probó para evitar la humillación circense de ser expuesto por los conquistadores en una marcha triunfal, no surtió su efecto. Víctima de su propio antídoto, Eupator, "el buen padre", le pidió a un mercenario gálata el postrero favor de levantar su hierro contra él. Me gusta imaginar que en un último destello de soberbia hipérglota, articuló aquella petición en la lengua del extranjero.

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