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Vista del canal, Kars, Febrero 2012 |
Cuando haya vuelto a Palma, en alguna noche de verano, soñaré que estoy en Kars. Compraré pan en alguna de sus esquinas, algo de queso local, algo de miel del lugar.Caminaré frente a las antiguas casas rusas, robustas, cuadradas, que fingen ser de verdad. Cruzaré el puente del hamam. Otearé desde el sólido castillo, la nevada inmensidad. Contaré las figuras de los apóstoles de la vieja iglesia armenia y volveré a mi habitación amarilla de mitad de los 80, donde ronquido a ronquido me rendiré a la evidencia de no haber sido más que el huesped de un sueño, nevado y cristalino, en la gélida y radiante Kars.
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Vistas de Kars desde el castillo |
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